Su efecto desaturante de colesterol en la bilis, como litolítico, le permite disolver cálculos de colesterol en colelitiasis y coledocolitiasis. Puede usarse como coadyuvante en cálculos intrahepáticos, intraprótesis, litotripsia extracorpórea o con disolventes como el etermetilterbutilo. Estabiliza la membrana celular, desplaza los ácidos biliares endógenos tóxicos y es un inmunomodulador, por lo que es un excelente citoprotector para las enfermedades hepáticas que cursan con colestasis en niños y adultos: atresia biliar, fibrosis quística, síndrome de Carolli, de Alagille, de Byler, entre otros, cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante primaria, hepatitis crónica activa (viral, autoinmune o tóxica), cirrosis hepática, síndrome post-colecistectomía, trasplante hepático, nutrición parenteral total, gastritis alcalina. Tratamiento del trastorno hepatobiliar asociado con fibrosis quística en niños desde 6 años de edad.