El zinc es necesario para que el sistema de defensa del cuerpo funcione apropiadamente. Participación en la división y el crecimiento de las células, al igual que en la cicatrización de heridas y en el metabolismo de carbohidratos. El zinc también es necesario para los sentidos del olfato y del gusto. Durante el embarazo, la lactancia y la niñez, el cuerpo necesita zinc para crecer y desarrollarse apropiadamente.